Un blog de Conchi Piñeiro, socia de Altekio
Bajo esta pregunta paraguas, articulábamos hace unos días el último Foro Abierto, dentro del ciclo que venimos haciendo en La Casa Encendida desde 2017. Desde entonces, hemos facilitado bastantes y muy variados. Un tema a veces latente y a veces explícito en todos ellos ha sido la crianza, las maternidades, las paternidades en estos tiempos de emergencia climática. Renuncias, dudas, opciones, decisiones, miedos, anhelos, abordajes desde la educación, transparencia, privilegios… Entonces, nos dimos cuenta de que quizás había llegado la hora de preparar un espacio específico para compartir desde ahí. Y nos lanzamos a ello.
Es reconfortante saber que todos los foros abiertos tienen algo especial, que nos conmueve y nos invita a reflexionar y atesorar algunas de las emociones vividas. En esta ocasión, el agradecimiento ha sido una de las más potentes; tanto por nuestra parte como equipo de facilitación, como por parte de las personas participantes. Algunas de las palabras que recogimos tras el cierre fueron: es un alivio tener estos espacios, poder expresar, poder sentir, poder escuchar a otras personas especialmente cuando cuesta poner palabras a las experiencias propias, poder sostener lo difícil entre varias, poder ponerse en lugares muy distintos a los que habitamos en nuestro cotidiano. Nos llevamos mucho que seguir rumiando.
Por ello, con este agradecimiento a Raúl Rodríguez por cofacilitarlo y a todas las personas que lo hicieron posible, me he propuesto compartir algunos detalles de cómo fue, algunas de las reflexiones que nos hicieron proponerlo y, sobre todo, las que nos llevamos de él.
Puertas a la conversación
Una de las maneras de facilitar un Foro Abierto es comenzar marcando unas puertas de entrada a la conversación que representan un mapeo diverso de respuestas ante la pregunta general. En este caso, comenzamos con estas cuatro:
- Preocupación, miedos, dudas (teniendo o no teniendo descendencia)
- Dificultades para pensar o conectar con esto (otras prioridades cotidianas por salud, precariedad, racismo, etc.)
- Claridad, confianza en las decisiones (teniendo o decidiendo no tener)
- Otras vivencias…
Se indicó al inicio que el Foro es un espacio no solo para madres y padres, sino para personas que toman decisiones en relación a paternidad/maternidad/crianza o personas que tienen cerca a peques en sus vidas.
Con más de 20 personas en la sala, algunas sillas vacías indicaban también algo que se podía sentir: ¿por qué siendo éste un temazo estamos poca gente? Comenzamos así entendiendo que el que haya poca gente o menos gente que sillas, es una parte del tema. Hay dificultades para conciliar, para tratar esta pregunta. Incluso habiendo puesto a disposición una ludoteca en el propio espacio, las dificultades son más amplias y variadas.
Algunas de las reflexiones e interacciones
* En este artículo utilizaremos la “e” como reemplazo de las desinencias genéricas masculinas, ya que (1) puede mudarse del lenguaje escrito al oral con facilidad y eso también facilita la oralidad a los software lecto-parlantes que utilizan personas con discapacidad. Y (2) rompe el binarismo imposible del todos y todas, siendo inclusiva con otras identidades de género.
La preocupación es una de las vivencias que formaba parte de la primera puerta. Ante la vivencia de que cada vez es más difícil gestionar esta preocupación, hay un anhelo de evitar el sufrimiento en la infancia, pero hay dudas de cómo hacerlo. No saber qué hacer parece que es algo compartido por algunas de las personas que participaron y es una experiencia fuerte, algo que desconcierta a quien lo expresa. Para algunas personas activistas presentes en el foro, no saber qué hacer puede ser algo nuevo.
Tras varias interacciones, emerge también que en el no saber puede haber algo interesante por descubrir. Así, identificándose como hija, una persona comparte el sufrimiento que supone no poder imaginar el futuro, pero también cómo el agite y el movimiento que nace desde el no saber, puede llevarnos a buscar, a encontrar caminos o respuestas, como vivir en comunidad u otras.
De fondo, varias madres y padres expresan su preocupación por el reproche que puedan hacernos nuestres hijes en el futuro por haberlos traído al mundo en este contexto. Algunas respuestas a esta inquietud son parte del diálogo interno que las personas traen al Foro. Con la consciencia de que la maternidad no es una opción para todo el mundo, se habla de cómo, sin embargo, para algunas personas la maternidad es algo clave en su vida y el tener hijes por amor, como una decisión consciente, les empuja a hacer todo lo posible ante la crisis ecosocial por no querer llegar a sentirse culpable. De esa mezcla de amor y lucha frente a la culpa, nace todo el compromiso con el trabajo profesional en este campo, el activismo, o incluso el vivir en comunidad como acción frente a la crisis. Respecto a la vida en comunidad y/o en el campo, se expresa también una petición de no idealizar estas opciones, conectando con lo abrumadora que puede ser la soledad también en lo rural.
En la puerta de la confianza, en diálogo con las dudas ya expresadas, aparece también la certeza de que les niñes tienen derecho a tener sueños, como ser abuelas. ¿Cómo gestionar emocionalmente los miedos de que esos sueños puedan no ser posibles y, a su vez, no limitar su derecho a soñar? También impulsa a la acción el no querer dejarles la gran responsabilidad sobre lo que hay que hacer frente a la emergencia climática.
Varias personas expresan experiencias acerca de lo guay y lo bello, de la maternidad y la paternidad, de les hijes, de su vitalidad. Desde diversas formas, se habla de la conexión con la vida, con ser animales y parte de la naturaleza. También se profundiza en cómo la crianza trae implícita la conexión con el aquí y ahora. Para algunas personas, esto forma parte de lo bello de educar en la consciencia y en los privilegios que tenemos en esta parte del mundo.
Se habla con fuerza sobre la importancia del tipo de mensaje que damos a les peques, cómo evitar miedos que no puedan manejar o cargarles con la responsabilidad de solucionar algo que les supera. Es una voz que trae la importancia de la protección sin paternalismos. Se hace una petición a las madres, padres y personas vinculadas a la crianza de responsabilizarnos y gestionar nuestros miedos, porque se los trasladamos. Esta petición se formula junto con la confianza en la actitud que les peques tienen frente a la vida, en sus competencias para la vida y su futuro. Se anima a conectar con la confianza en elles, pero no poniéndoles la responsabilidad de solucionarlo todo o relegar la acción hasta que sean mayores.
En respuesta a cuidar los mensajes, se habla de que el mensaje positivo no esconda las dificultades, sino que se le dé importancia a educar a sentarse en la dificultad y ayudar a que se pueda digerir, gestionar emocionalmente. Eso es algo que también las personas adultas que no lo hemos tenido en nuestra educación, nos podemos dar a nosotras mismas ahora y es un aprendizaje para las crianzas.
En las dificultades para conectar con el cambio climático como tema, se expresan otros riesgos tan grandes como el nuclear o la inteligencia artificial. Hay una persona que expresa su rechazo a vernos hablar a las personas adultas con las personas pequeñas sobre mensajes desajustados como “el planeta se va a morir”. La fuerza con la que se trae genera un momento de silencio.
También desde la puerta de las dificultades, otra persona habla del arrepentimiento de venir a un espacio donde conectar emocionalmente con la emergencia climática, ya que en el día a día no conecta porque ya tiene bastante con otras cosas. Necesita no pensar en esto para no venirse abajo, no sentirlo, por miedo de hundirse y por protegerse. Afirma que no tiene además una vida muy responsable ambientalmente y siente vergüenza. Desde la facilitación se le da las gracias por venir y a la vez se enmarca que la capacidad de saber desconectar cuando es necesario y cuidarse también es importante.
En respuesta a la vergüenza, una persona habla de la importancia de valorar lo que hacemos, de dejar de criticarse como activistas por no hacer suficiente, de ver la conexión con la emergencia climática con todo lo que hacemos. También quiere señalar que a veces no hacemos más porque estamos quemadas y hablar de esto y poder desconectar y confiar en lo que otras están haciendo también es importante.
Sobre si el cambio climático es un motivo de dudas para la crianza, se habla de otras dudas que vienen de la precariedad y se hace una crítica con humor a la imagen de la crianza respetuosa que requiere de mucho dinero para poder llevarla a cabo.
En la puerta de las otras vivencias, aparece la rabia y la envidia hacia las maternidades de personas que no están concienciadas con el cambio climático, ya que no piensan en el impacto y no sufren por ello. Así mismo, también aparecen las dudas sobre la maternidad propia o la imposibilidad de tener hijes. Se valora cómo lo construido desde otros proyectos vitales, puede apoyar la crianza. También en esta puerta en respuesta a todos los posibles riesgos, se expresa la necesidad de aceptar la incertidumbre total.
Una madre de mayor edad, que trae su opinión enmarcada desde ahí, hace crítica a los miedos y la visión que está escuchando; desde haber nacido en el medio rural en los años 60 con escasos recursos, opina también cómo cada etapa en la Historia tiene sus retos. Para ella, al final se sale adelante y se puede disfrutar confiando en eso mismo. Esto genera lo que en facilitación llamamos un punto álgido o caliente, que cambia la atmósfera.
Desde la puerta de la preocupación, se responde a esa pregunta de por qué tanto miedo al futuro. Para varias personas que trabajan en estos temas (biodiversidad, agroecología, cambio climático…), es difícil vivir con toda la información que se tiene, hay muchos datos de que las cosas no van bien. Tener toda esta información hace difícil confiar, despreocuparse, y tener visiones positivas. A veces es difícil salir de esta vivencia y también es difícil sostenerla, porque se vive en soledad. Ante esto, otra persona se acercó y le dio un abrazo, pidiéndole permiso. Para ella, es difícil permitirse sentir desesperanza siendo madre y manejarla; no solo por el cambio climático, también por las guerras que están sucediendo ahora. Hablar de esto delante de un bebé que está en la sala también es difícil. Esto muestra la dificultad de sostener la desesperanza en compañía de la infancia y la responsabilidad de hacerlo. En ese momento, el bebé empezó a llorar y, cuando salió de la sala, a lo lejos, se siguió oyendo el llanto. Es también una forma de expresarse que queremos escuchar.
Este es otro momento de gran emoción en el foro, sostenemos como grupo que una parte de nosotres siente esto, aunque pueda también moverse a otras puertas. A esta persona solo le hace salir de la desesperanza y la desconfianza en la humanidad, la conexión con el derecho que les niñes tienen a que confiemos en elles. Aunque algunas personas desconfíen en la humanidad adulta, elles tienen derecho a esa confianza.
En este diálogo, hay una reflexión sobre la importancia de tener espacios de adultas donde poder hablar de esto y es importante escuchar a les niñes también.
Hacia el final del foro, se vuelve a conectar con la confianza. Habla otra persona que, como hija de activistas, valora la importancia de transmitir el activismo disfrutando, no desde la ansiedad, con la “familia elegida de activistas”, sino desde el humor y el hacer cosas en colectivo. Se expresa que quizá es posible disfrutar de todo esto por los privilegios o que incluso poder disfrutar de la vida es en sí un privilegio psicológico. Algunas personas esa comunidad o familia elegida la han encontrado en el colegio, en los activismos de barrio, como la revuelta escolar o madres para el clima. Hay muchas pequeñas iniciativas y se hace un ofrecimiento a conectar, a tejer nuevos lazos. Se habla de la certeza de querer maternar desde un modelo de crianza en comunidad.
Algunas de las polaridades o ejes de tensión no dicotómicos que han surgido en el diálogo se han ido explorando a través de las puertas: somos muchas o somos pocas personas en esto del cambio climático; es algo que se puede manejar mejor en el campo o en la ciudad; es algo que vivimos en soledad o en comunidad.
Una experiencia personal
En 2017 comencé a tener algunos episodios de insomnio tras despertarme con sueños intensos. Mi hijo mayor aún no había cumplido un año. En mitad de la noche una pregunta acuciante me despertaba: si me conectara profundamente con el impacto de toda la información que tengo sobre cambio climático, ¿qué estaría haciendo diferente de lo que ya hago?
La respuesta más clara fue generar estos espacios de diálogo en los que poder conectar con la dimensión emocional y relacional del cambio climático, conversaciones abiertas a cualquier persona a quien le parezca interesante las preguntas que invitan a venir a escuchar y a hablar desde diversas experiencias y puntos de vista sobre cómo vivimos el cambio climático, cómo nos afecta a nivel emocional y en nuestras relaciones.
Por lo valioso de todas estas experiencias compartidas, seguiremos convocando estos espacios, porque sabemos que las respuestas ante la emergencia climática necesitan tener en cuenta esta dimensión para que nadie se quede atrás.
Esta entrada tiene 3 comentarios
Me encanta, gracias Conchi <3
Me he visto muy reflejada en muchas de las frases del artículo. No me enteré de este foro y me hubiera gustado participar. Querría saber cómo poder seguir en contacto porque aunque tengo una red de crianza bastante amplia, estos temas surgen muy poco y lo echo de menos. Al final vivo en soledad (con mi pareja) la eco ansiedad y la preocupación por la crisis climática.
¿Se propuso algún modo de seguir en contacto?
Gracias,
Cristina
Muchas gracias por tu comentario, Cristina. Nos alegra mucho que este foro haya conectado con la gente que no pudo estar ahí presencialmente. No sé propuso ninguna forma concreta de seguir en contacto, pero una de las personas que participó es del colectivo Madres por el Clima e hizo una invitación a participar porque es un tema que se suele tratar allí. Por nuestra parte, comentarte que convocamos foros regularmente, puedes seguir nuestra actividad a través de nuestro boletín, rrss, o canal de telegram. También, si tienes la posibilidad de organizar un foro cerca del lugar en el que vives, estamos abiertas y encantadas de pensar conjuntamente en cómo llevarlo a cabo. Un abrazo y esperamos que hayas tenido una buena salida y entrada de año.