Sabemos que el cambio pasa por lo colectivo. Por repensar nuestras formas de organización social, nuestras agregaciones vivenciales. Recuperar ese común sustraído, definir caminos y estrategias colectivas hacia vidas que merezcan la pena ser vividas.
Nuevos mapas y nuevos territorios. Nuevas formas de habitar el mundo actual, nuevas formas de estar y, sobre todo, nuevas formas de hacer que sean construidas en común.
Pero a menudo, en los espacios colectivos, nos encontramos con dificultades: nuestas reuniones son tediosas, nos resulta complicado tomar decisiones grupales y cumplir nuestros acuerdos, conseguir los objetivos marcados, comunicarnos, gestionar los conflictos que suelen emerger.
Leer más
(más…)